< style="font-family: Times New Roman,Times,serif;">Los robots autoconfigurables, capaces de cambiar yadaptar su forma a escenarios diferentes y decidir qué hacer de formaautónoma ante un determinado obstáculo, podrían ser una realidad en unplazo de unos dos o tres años, según ha explicado el científico japonésWei-Min Shen.><>Shen, investigador de laUniversity of Southern California (Estados Unidos) y uno de losprincipales expertos en robótica e inteligencia artificial, trabajadesde hace ocho años en el desarrollo de una máquina que sea capaz deactuar "por iniciativa propia", de cambiar de topología por sí misma yde reaccionar, como los seres vivos, ante nuevos desafíos.> <>Lasaplicaciones, asegura Shen, serían infinitas pues estos robotsinteligentes podrían utilizarse en tareas de rescate, llevando agua oalimentos a lugares inaccesibles; en el campo de batalla; en lainvestigación submarina, en la exploración de planetas y, en general,en situaciones peligrosas para el hombre.> <>Porel momento, el equipo de investigación de Shen ha desarrollado, en elmarco del proyecto Superbot, financiado por la NASA, unos módulosautónomos, con forma cúbica, que, conectados de forma lineal, soncapaces de adoptar distintos movimientos, a modo de serpiente, araña uoruga, entre otros. Ahora, el principal reto es conseguir que estosmódulos, cada uno de los cuales contiene un ordenador, memoria,batería, motor, un dispositivo de comunicación y una amplia variedad desensores, se acoplen por sí solos, sin la mano del hombre, y recorrangrandes distancias o suban pendientes de hasta 60 grados de inclinación.> <>Esto,como "futuro más próximo", pues "el paso siguiente al siguiente paso"será lograr que el robot decida, ante una determinada situación, quéforma adoptar y reconfigurarse por sí sólo cuando sea preciso superarun obstáculo. Así, los módulos podrían unirse linealmente y formar unaespecie de serpiente para recorrer superficies lisas, mientras que, demanera autónoma, podría deshacerse para ensamblarse de nuevo a modo dearaña, lo que le permitiría ascender por terreno desigual o montañoso."Consideramos estos módulos como si fueran células biológicas. Porellos solos tienen una función, pero juntos van adoptando diferentesformas y funciones. Cuando se separan, vuelven a ser como célulasmadre. Es fascinante, separados parece que tengan vida", sostieneWei-Min Shen.> <>Hasta ahora, el equipo de estecientífico japonés, formado por una decena de jóvenes investigadores,ha construido un total de veinte de estos módulos, cuyo coste es aúnmuy elevado, debido a la complejidad del sistema y al alto precio delos componentes, que es de unos 5.000 euros en el caso del materialelectrónico y de unos 10.000 el mecánico. El objetivo de losinvestigadores es fabricar estas piezas "en serie" con el fin de abaratar costes.De hecho, según ha indicado Shen, una compañía de juguetes se ha puestoen contacto con el científico "para saber si se podría hacer cadamódulo por menos de cinco euros". "Sería un magnífico juguete para losniños. Los módulos se podrían comprar por piezas y los más pequeñospodrían armar su propio robot, dependiendo de las piezas que tengan",ha explicado el investigador.> |